¿Tan simple es el baloncesto de alta competición?

Vaya magia que tiene el baloncesto, que nos lo digan a nosotros con la última Copa del Rey conquistada por el FC. Barcelona, fíjense si es mágica que Pesic se ha convertido en el nuevo adalid, ídolo o como quieran llamarlo para el conjunto catalán en base a una máxima: Ser simple en un tiempo récord.

No se pueden imaginar las veces que me habrán preguntado, tanto colegas como no tanto, “Oye, tú que vas a los entrenos del Madrid ¿entrenan sistemas? Porque es que, mira, lo de ayer fue de traca…estos tíos no tienen entrenador”, cuestión que, casi siempre, por no decir el 100% de los casos, viene después de una derrota del conjunto blanco, da igual si abultada, si por un punto o por perder el balón en la última jugada.

Ante semejantes preguntas, uno, que ha recibido buena educación de sus padres, da la callada por respuesta o, como mucho, le indica que mi aparición en los entrenos del Real Madrid son muy esporádicos, en aquellos días que hay acceso a prensa y que, evidentemente, no se nos está permitido asistir a las sesiones tácticas, pero que esté tranquilo, que seguro que tienen sistemas, solo hay que ver cualquier partido de baloncesto con un mínimo de conocimiento del juego.

Ese sambenito lo ha tenido Laso desde que está en el Real Madrid (y lo seguirá teniendo) con millones de detractores a ese tipo de juego que, supuestamente, da mucha libertad al jugador, pero ahora resulta que viene Pesic, coge a un equipo desahuciado hace una semana y le hace campeón de la Copa del Rey y los propios jugadores que no defendían ni un 10% con Sito Alonso, dicen: “Es que nos ha simplificado las cosas, ahora todo es mucho más sencillo” y resulta que  todos aplaudimos hasta con las orejas alabando un técnico que se permite soltar en un vestuario de 30 millones de euros que lo importante es defender el 1×1. Pero vamos a ver ¿En qué quedamos?

No contentos con esto de la simpleza, nos viene después el MVP de la Copa, Thomas Heurtel, diciéndonos que Pesic les ha aportado “felicidad”, pero coño, a mí que me expliquen qué hacía Sito en el vestuario con estos tíos, que he llegado a pensar, dentro de mis perversos pensamientos, que les obligaba a hacer ecuaciones de décimo grado mientras recitaban la bibliografía de Tolstoi a la vez que ejecutaban el bloqueo directo porque si no, es difícil comprender esta carga de felicidad tan suprema o, a sensu contrario, tanta infelicidad hace un mes.

Miren, no me vengan con muchos rollos, Sito Alonso no gustaba al vestuario blaugrana y no hay más, por lo que sea, y los jugadores han tenido una actitud completamente negativa en muchos de esos partidos y cualquiera que haya seguido la temporada blaugrana tendrá más de un dato para confirmarlo, así que ahora no me vengan con que Pesic es el nuevo inventor del baloncesto moderno dándole toda la libertad al jugador porque, sencillamente, no me lo creo.

Lo que en realidad ha pasado es que estos jugadores, dotados de una inmensa calidad acorde a su precio (a ver si ahora vamos a comparar este superplantillón con cualquier equipo de LEB) se han puesto las pilas y han querido refrendar que no querían a Sito bajo ningún concepto y que él era el culpable de todos los males sufridos, teniendo como marco incomparable nada menos que una Copa del Rey que les ha salido a pedir de boca.

Ayer tuvimos un mal partido pero un buen espectáculo, vimos como un equipo era superior a otro durante mucho tiempo pero también vimos cómo esa superioridad se iba al garete en cuanto tuvo miedo a perder y se puso a alargar posesiones con su única esperanza que el tiempo corriera (¿ahí no es responsable Pesic?), de igual forma que vimos un equipo muerto y que tuvo una fe enorme en llevarse un triunfo en el que estuvo a solo un triple de lograrlo y que a nadie le hubiera extrañado llegar a la prórroga (¿Ahí no es responsable Laso?).

El baloncesto es así y no queda más que felicitar al campeón, pero por favor, no me pongan adalides desde la simpleza, ni Pesic ni Laso son tan básicos como algunos quieren vender y si así lo piensan, aprovechen para criticar con el mismo baremo a uno y otro.

Texto: Javier Rodríguez (PlanetaACB)