El Iberostar Tenerife descorchó este sábado con un trabajado triunfo la Liga Endesa 2014-15, tras superar al Sevilla (87-96) en un duelo vivido con emoción hasta el final y en el que se cayó a última hora de la partida Saúl Blanco, por un esguince en el tobillo izquierdo en el último entreno. Un gran ejercicio colectivo (119 de valoración, cinco jugadores en dobles dígitos de anotación y 24 asistencias), los galones de Sekulic y Sikma a la hora de la verdad (52 créditos de nota entre ambos) y la oportuna aparición de Richotti con dos triples clave en los minutos calientes explican, en parte, el triunfo aurinegro en San Pablo.
No fue fácil para los de Alejandro Martínez salir victoriosos de un tiovivo de sensaciones, que arrancó con un primer acto casi de libro de los canaristas (38-53, 19′), solo empañado por un 7-0 camino del descanso (45-55, 20′); creció con un mal tercer cuarto (82-76, 33′) y murió felizmente del lado visitante, cuando el conjunto tinerfeño reaccionó a tiempo para confirmar lo mucho y bueno que sembró de entrada ante un rival que no tiró la toalla hasta el final.
Los dos equipos miraron el aro sin vértigo desde el inicio. El Sevilla, amparándose en un brutal 4/4 en triples en apenas unos minutos (12-11, 4′) y el Canarias, en el solidario reparto de responsabilidades, al son de la batuta de Ricardo Úriz. Fue cuestión de minutos que la infalibilidad desde el perímetro de los andaluces fuera diluyéndose ante la mayor seriedad insular. Los tinerfeños amarraron bien el rebote y se aplicaron en defensa, con presión tras tiro libre y situaciones especialmente agobiantes de dos contra uno por encima de la línea de 6,75, que mortificaron, y mucho, a los anfitriones.
Festival visitante
En esa dinámica, con los aurinegros bordando la selección de tiro, Beirán otra vez ejerciendo de chico para todo y la supuesta segunda unidad manteniendo el listón altísimo, el Iberostar Tenerife se exhibió por momentos. El buen hacer de San Miguel en la dirección, los minutos brillantes de Rost al poste bajo o la intensidad de la pareja griega Lampropoulos-Tsairelis dispararon a los tinerfeños (38-53, 19′), antes que un minuto negro casi echara al traste todo ese trabajo, justo antes del intermedio (45-55).
El caso es que el Sevilla prolongó su remontada a la vuelta del descanso explotando la inspiración ofensiva de Urtasun o Pullen, los minutos ahora más discretos atrás de los canaristas y, sobre todo, la irrupción de Hernangómez, que sacó a pasear sus virtudes en la pintura. Por ahí y por los errores en los libres de los visitantes (18/30), apretó el partido el equipo andaluz, que llegó incluso a coger una renta de seis puntos al poco de iniciarse el último cuarto (82-76).
Sin embargo, lejos de caer en el desorden total, el conjunto insular se recompuso cuando peor pintaban las cosas. Sikma y Sekulic tiraron entonces de galones, Rodrigo recuperó el mando y los aurinegros volvieron a circular el balón con fluidez para firmar un parcial demoledor de 2-15 (84-91). Blago cerró el grifo de Hernángomez y Luke se multiplicó para allanar un triunfo, cuya puntilla final llegaría de la mano de Nico Richotti, determinante con dos aciertos del 6,75 para claudicar ya del todo las opciones locales y darle la primera alegría del curso a la afición aurinegra (87-96).
