El baloncesto español está de enhorabuena con el regreso a las canchas de Ricky Rubio. El base de El Masnou se perdió 42 partidos por lesión tras firmar su extensión de contrato por 55 millones de dólares. Cayó cuando su mejor juego estaba despertando. Cayó y sus Timberwolves aún no se han levantado. El catalán volvió y se encontró con el peor equipo de la NBA, con solo 14 victorias y 40 derrotas.
Ahora, con sudor, sacrificio, esperanza, trabajo y fe tendrá que poner su granito de arena para levantar el vuelo. No pudo ser en su primer día. Los Mavericks sufrieron pero al final acabaron llevándose la victoria con un Barea genial. Aprovechó su titularidad para anotar la primera y última canasta para acabar con 10 puntos y ocho asistencias. Ellis, como suele ser habitual, fue el máximo anotador de los texanos con 23, seguido de los 18 de Parson y los 16 de Nowitzki.
A pesar de la dureza del rival, Flip Saunders lo tuvo claro y apostó por Ricky en la titularidad, y a pesar de que falló sus primeros dos tiros, pronto cogió confianza y puso fin a su estadística con 10 puntos, cuatro asistencias y tres rebotes. Kevin Martin, que también regresó hace poco de una lesión, volvió a ser el principal arma de los de Minnesota en ataque, con 19.
«Me estaba muriendo. Fue algo muy doloroso. Cuando estás ahí fuera no piensas sobre ello. Sentía que tenía el control del juego y todavía pensaba un par de siguientes jugadas», comentó el base español. «El médico tenía algo que decir y yo no podía pelear contra ello», resume.
Fuente: ACB.com