El Iberostar Tenerife recuperó este sábado la senda del triunfo tras imponerse al Divina Seguros Joventut (77-75) en un partido que los aurinegros rompieron en el tercer cuarto y se lo complicaron luego con un epílogo con más desaciertos de la cuenta. Hasta ahí, el grupo de Fotis Katisikaris había firmado un buen trabajo colectivo, tras recuperar sensaciones, especialmente en defensa (dejaron a los de Badalona en 27 puntos al descanso), lo que permitió a los tinerfeños dinamitar el choque tras la pausa (50-31, min. 25).
El partido nació del lado canarista. Un parcial de 8-0 prácticamente en los primeros compases permitió ya a los laguneros coger las riendas del choque (12-5, min. 6). El buen hacer atrás y los rebotes ofensivos (ocho al receso) pudieron con un Joventut correoso pero sin la pegada suficiente. Con Jerome Jordan muy bien sujeto, gracias a la defensa de ayudas de los anfitriones (el estadounidense se quedó en tres puntos), fue Nico Laprovittola el que ejerció de líder en los visitantes, aunque no bastó para equilibar la balanza.
Los buenos minutos de Petit Niang saliendo desde el banquillo y la aportación coral de los aurinegros (al descanso ya sumaba 22 puntos su supuesta segunda unidad), mantenían el partido de cara para los de Fotis Katsikaris (33-27, min. 20). Fue tras la pausa cuando los locales le dieron una vuelta de tuerca más a su planteamiento. El Joventut apenas anotó cuatro puntos en los cinco primeros minutos de la reanudación y se vio encima superado por un Iberostar Tenerife inspirado desde la larga distancia.
Cuatro triples consecutivos de los insulares, tres de ellos de Kostas Vasileiadis, dispararon al Canarias (50-31), si bien los catalanes no se rindieron. Lo intentó la Penya, con dos cuatros en pista, muy acertados además desde el 6,75. Eso cimentó primero un parcial de 0-8 (52-41) y poco después otro de 1-9 (60-55), lo que estrechó el cerco hasta una renta de cinco puntos.
Aparecieron entonces dos triples claves de Davin White y Rodrigo San Miguel (66-55, min. 34) y todo pintaba a un final encarrilado, si no hubiera sido porque el Iberostar Tenerife se complicó la vida en los dos últimos minutos y medio. Llegaron varias pérdidas inoportunas, circunstancia que el Joventut, que se jugaba la vida (es colita y acumula con la de hoy 13 derrotas consecutivas) apuró al máximo, aunque no le dio más que para dejar el marcador final en 77-75.